Movilidad Eléctrica
La movilidad es el derecho de toda persona y de la colectividad a realizar el efectivo desplazamiento de individuos y bienes para acceder mediante los diferentes modos de transporte reconocidos en la Ley, a un sistema de movilidad que se ajuste a la jerarquía y principios que se establecen en este ordenamiento para satisfacer sus necesidades y pleno desarrollo. Artículo 5o, Ley de Movilidad del Distrito Federal El transporte urbano en el mundo se basa principalmente en el consumo de gasolina y diésel a partir de vehículos de combustión interna. Este tipo de vehículos transporte de pasajeros, carga, y particulares generan daños sociales, ambientales y económicos debido a los contaminantes emitidos, la congestión causada, la contaminación sonara, y sus implicaciones en la salud pública. Aunado a lo anterior, el consumo de combustibles fósiles se considera una opción energética cada vez más onerosa y menos sustentable. El sector del transporte genera casi una cuarta parte de las emisiones de CO2 relacionadas con el consumo de energía en el mundo y emite más del 80 % de la contaminación atmosférica en las ciudades de los países en desarrollo, lo que resulta en muertes prematuras asociadas a enfermedades respiratorias. De acuerdo con el Informe de Economía Verde (PNUMA, 2011), estos costos para la sociedad representan más del 10 % del Producto Interno Bruto (PIB) de algunos países en desarrollo.
Frente a la actual situación de la movilidad urbana en CDMX, el papel de la bicicleta tiene un efecto trascendental como modo de transporte que permite desplazarse libre y rápidamente, es potencialmente utilizable por una importante fracción de la población, favorece una mejor salud física, ocupa poco espacio en las calles, no genera contaminación auditiva y no emite gases tóxicos. CDMX cuenta con condiciones óptimas para promover el uso de la bicicleta como modo de transporte cotidiano. En ella predomina un tipo de clima templado con lluvias en verano, usualmente por la tarde, y una pendiente menor a 6% en la mayor parte de la superficie urbana. La bicicleta es el modo de transporte más rápido, barato y eficiente, para realizar viajes en distancias cortas. El análisis de la EOD17 y el EMC17 confirman que en esta ciudad la bici es una opción de transporte real, económico y factible. Se reconoce un incremento de la movilidad en bicicleta en la última década en la ciudad. La promoción hecha a través de los diferentes programas del gobierno ha contribuido significativamente a este aumento. La bicicleta puede ayudar a hacer más eficiente la intermodalidad en CDMX, dada su posibilidad de sustituir el primer o el último tramo de los viajes que se realizan en transporte público o automóvil.
En los últimos años, la movilidad eléctrica ha ido incrementando, en especial en países como la China, Estados Unidos y países europeos, Noruega, Suecia e Inglaterra (IEA, 2017). Relativo a los vehículos de combustión interna, los vehículos eléctricos representan una ventaja significativa en términos ambientales, eliminando por completo las emisiones locales. Además, en términos energéticos los vehículos eléctricos tienen también beneficios. La eficiencia térmica de los motores eléctricos supera el 90 %, a diferencia de los de combustión interna que tienen eficiencias promedio de 45 %. Los vehículos eléctricos tienen también la ventaja de poder recuperar la energía cinética del frenado y usarla inmediatamente en el motor eléctrico (frenado regenerativo) consumiendo menos de un tercio de la energía requerida por un vehículo de combustión interna para recorrer una misma distancia. Eso tiene un beneficio directo en la calidad del aire de la zona donde circulan y por tanto una mejora en la salud de la población. Esta ganancia puede ampliarse aún más si se busca que la energía utilizada para la propulsión de los vehículos provenga de fuentes renovables.
Actualmente la CDMX está construyendo con el apoyo de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (GIZ) y Carbon Trust, la Estrategia de Electromovilidad para la CDMX, que es un documento guía de la política pública para fomentar el transporte eléctrico en CDMX. Este documento tiene como objetivo sentar las bases para desarrollar un programa de movilidad eléctrica en un futuro no lejano, al igual que articular otros esfuerzos en el tema, como la generación de energía limpia en la ciudad, así como diseñar esquemas y estrategias para cumplir con objetivos de cambio climático, calidad del aire, disminución del ruido, reducción de la congestión vehicular y mejoramiento de la oferta de transporte público eléctrico.
El futuro para las ciudades debe centrarse en la generación de energía limpia para satisfacer el consumo energético del transporte, empezando de forma contundente con la electrificación del transporte público. Nissan Mexicana y BMW Group México firmaron una alianza con el fin de continuar el desarrollo de la actual red de recarga pública a nivel nacional, así como trabajar en conjunto para nuevos proyectos de infraestructura de los vehículos eléctricos e híbridos de ambas marcas. Según el Plan Bici CdMx, en los últimos 30 años esta metrópoli casi cuadruplicó su número de vehículos automotores en circulación: de 1.5 millones en 1987, a 5.5 millones en 2017, lo que reduce la movilidad, por lo que la bici es un modo de transporte viable. La bicicleta es un modo de transporte con potencial real para contribuir a reducir los problemas de movilidad en las ciudades. Para el caso de Ciudad de México, la afirmación tiene una validez incuestionable, ya que 50% del total de traslados diarios es igual o menor a 8 kilómetros. Según el TomTom Traffic Index1, ésta es la ciudad más congestionada del mundo.
En cuanto a las personas que realizan viajes en bicicleta, en su mayoría son hombres (77 por ciento); no obstante, el número de usuarias se duplicó en los últimos 10 años. La edad promedio es de 37 años, cinco años menos que quienes conducen automóvil; 76 por ciento la usa para trabajar, mientras que 11 por ciento lo hace para trasladarse a su escuela. Llevar a cabo el Plan Bici CDMX implicaría un gasto estimado de $1,145 millones y podría realizarse en menos de seis años. Implicaría tener 176 kilómetros de ciclovías, 18 carriles busbici, 48 kilómetros de ciclocarriles, dos nuevos biciestacionamientos masivos, cuatro nuevos semimasivos, y 480 nuevas estaciones de ECOBICI.
El Plan Bici CDMX prevé dos posibles fases: al sur cubriendo la zona de Viveros y Ciudad Universitaria, y al norte en Industrial Vallejo, La Raza y Politécnico, “cuya oferta de empleo se ha consolidado en los últimos años”, indica el documento. Las cinco rutas con mayor viabilidad son: 1. Desde Centenario y Ferrocarril Hidalgo para desembocar en Paseo de la Reforma.
2. De sur a norte por avenida Insurgentes hasta Puente de Alvarado, continuar por la México Tacuba hasta los límites con el Estado de México. 3. Un polígono en el Centro Histórico delimitado por Eje 1 Norte, Eje 1 o 2 Oriente, Eje Central y avenida Fray Servando. 4. La ruta que conecte las avenidas División del Norte (norte-sur) y Miguel Ángel de Quevedo (este-oeste) con ramificaciones hacia Coyoacán, CU, Jardines del Pedregal y Xochimilco. 5. En Iztapalapa desarrollar un plan que incluya vías y biciestacionamientos.
La meta de la Estrategia de Movilidad en Bicicleta es incrementar los viajes en bicicleta en la Ciudad de México del 1% al 5%. Esto se traduce aproximada- mente en un incremento de 100,000 viajes/día a 500,000 viajes /día. La experiencia internacional demuestra que la infraestructura por sí sola no logra promover el uso masivo de la bicicleta y demanda una estrategia agresiva de cultura y socialización de la bicicleta en la ciudad. Para ello, se impulsarán acciones paralelas para el fomento de una cultura de seguridad vial que contemple al peatón y al ciclista, así como actividades culturales y de promoción.
Además de las acciones de infraestructura y cultura que contempla la EMB, la Ciudad de México está realizando esfuerzos para el reforzamiento normativo que permita ofrecer a los ciclistas mayor protección y alentar el uso seguro de la bicicleta. Dichas modificaciones establecen los derechos y obligaciones del ciclista y los demás usuarios de la vía, como las exigencias para un desarrollo urbano adecuado para el desenvolvimiento de la estrategia.